El pasado 16 de agosto de 2022, falleció Tania Cárdenas Salazar, una catatumbera apasionada que hasta su último día estuvo ayudando a la comunidad.
Tania tenía 25 años, había estudiado un técnico en Atención Integral a la Primera Infancia y trabajaba con el Instituto Colombiano de Bienestar Familar.
El pasado martes, 16 de agosto, había salido de laboral en zona rural de Teorama, cuando fue arrastrada por la corriente de una quebrada en la vereda Jurisdicciones, del mismo municipio.
La ola invernal ha golpeado fuertemente a la región del Catatumbo, ocasionando daños en carreteras, cultivos y llevándose la vida de cuatro personas en lo que va de 2022.
La noticia del fallecimiento de Tania es la muestra de las grandes necesidades de esta región, que no cuenta con buenas vías de acceso entre los diferentes pueblos que la componen.
LEER: El miedo de ser profesor en el Catatumbo
DÍA DE LA TRAGEDIA
Tania Cárdenas Salazar se trasladó a zona rural de Teorama a atender un caso de unas familias en compañía de dos compañeras. Ella iba sola en una motocicleta.
Cuenta su prima, la profesora Olga Carrascal, que Tania tuvo problemas mecánicos al llegar a su destino, pues se le pinchó una llanta y se le dañaron las luces del vehículo.
Luego de terminar sus labores, se trasladaron nuevamente hacia el casco urbano de Teorama, en medio de un aguacero. Tania comunicó esto a su hermana vía Whatsapp.
Llegaron a la quebrada ubicada en la vereda Jurisdicciones, la joven iba sin luces y la alumbraban sus otras dos compañeras que iban en una motocicleta.
LEER: RedConcerto: el proyecto que impulsa la paz en el Catatumbo desde Suiza
“YO SÍ PUEDO”
Las compañeras de Tania le comunicaron que ellas no iban a pasar la quebrada, pues veían que estaba bajando una corriente muy fuerte; sin embargo, la teoramense dijo que ella sí podía.
“Ella no le tenía miedo a absolutamente nada y eso llevó a que esa noche se le metiera a ese caño, porque era súper arriesgada”, manifiesta su prima Olga Carrascal.
Esta orgullosa catatumbera era la segunda de cinco hermanas y siempre se caracterizó por ir al frente, porque era muy fuerte tanto física como mentalmente.
Esa noche lamentable del 16 agosto quiso demostrar su temperamento e intentó cruzar un riachuelo crecido que terminó con su vida, a eso de las 6:10 p.m.
LEER: Pueblo Barí: Los hijos ancestrales del Catatumbo y Sabaseba
SUS SUEÑOS
Tania estudió dos meses Comunicación Social en la Universidad Francisco de Paula Santander, seccional Ocaña, donde se dio cuenta que lo suyo era trabajar con niños.
Por eso decidió retirarse y comenzar el técnico en Atención Integral a la Primera Infancia, porque le apasionaba ayudar a la comunidad y estar en proyectos sociales.
Pero además, soñaba con conocer el mundo, junto a su pareja sentimental, que le pedía que tuvieran un bebé, a lo que Tania respondía que ella primero quería volar por el planeta tierra.
Su último objetivo era viajar junto a su prima Olga al departamento del Chocó a conocer ballenas y estaban planeando ir en el mes de septiembre y cumplir con esta aventura.
LEER: Desolación en comunidades Barí del Catatumbo por inundaciones en sus territorios
ABANDONO ESTATAL
El cuerpo de Tania Cárdenas Salazar fue encontrado por la Defensa Civil aproximadamente entre las 8:00 y 8:30 de la noche del 16 de agosto de 2022.
Esta muerte es la cuarta en la región, donde la ola invernal ha hecho estragos en varias comunidades que están inundadas y sin presencia del Estado.
Las vías están completamente dañadas, sin paso para que los campesinos saquen sus cultivos agrícolas y que los niños puedan asistir a sus clases académicas.
“Hay que arreglar vías, hay que poner muros, hay que hacer alcantarillas, para que no sigan pasando estas muertes”, sostiene la profesora Olga Carrascal, que diariamente ve estas problemáticas.
“No le pidamos a un campesino que no siembre coca, sino tiene carreteras para sacar la yuca y el plátano”, afirma la docente, que pide presencia del gobierno en el territorio.
LEER: Gobernador se une a petición de educadores del Catatumbo por elección de docentes
