Esta la historia de Juan Esteban Castilla Pérez, un ocañero de 14 años que busca hacer realidad su sueño de niñez, vivir de lo que le gusta.
Juan Esteban nació el tres de julio de 2008 y desde ese momento ya tenía características de un arquero, pues tuvieron que comprarle ropa de un bebé de tres meses.
Creció siendo siempre el más grande del grupo de sus amigos y era el niño que vivía por y para el fútbol, puesto que este deporte fue el que lo enamoró desde que tiene uso de razón.
Comenzó jugando en el patio de sus abuelos y en las calles de Ocaña, donde ya se perfilaba como un guardameta, porque cuando tenía la oportunidad ya estaba en el suelo.
Actualmente se encuentra en la ciudad de Medellín con la Fundación de Juan Guillermo Cuadrado, donde se ha destacado para jugar no solo en su categoría.
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DAÑANDO MATAS
“Desde que tengo memoria he estado pateando un balón”, comenta Juanes, que tiene varias anécdotas en el patio de las casa de sus abuelos, donde puso a sufrir a los residentes.
Cada vez que Juan Esteban jugaba donde sus familiares, el balón se iba para el jardín del vecino, que cansado decidió no devolver los balones que llegaban a su vivienda.
Jasbeily Pérez, madre de Juan, nos comentó que una vez el dueño de la casa donde llegaban las pelotas de su hijo, se acercó a su vivienda con algo en las manos.
Al abrir la puerta, se encontraron con que el vecino venía a hacer entrega de todos los balones que su descendiente había tirado al patio de su casa, donde le dañó varias materas.
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OCAÑA Y FORMADORES F.C
Llegó un punto en el que este niño ocañero le pidió a su madre que le buscara un equipo establecido en la ciudad que disputara los diferentes torneos futbolísticos.
Ocaña Fútbol Club fue su primera escuela de formación, donde duró alrededor de cuatro años y en el cual dio sus primeros pasos en las principales canchas de Ocaña.
Posteriormente, con la llegada de la Fundación de Juan Guillermo Cuadrado en la ciudad, Juan Esteban decidió junto a sus padres seguir su camino en el equipo Formadores FC.
Allí empezó a disputar partidos fuera de la ciudad, jugando torneos departamentales y nacionales con categorías más grandes, como 2004 y 2008.
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OTRO RUMBO
A la edad de 10 años y viendo como sus compañeros se quedaban en otras ciudades cada vez que iban a jugar, Juanes pensó en querer irse de Ocaña.
Quería que su carrera tomara otro rumbo en una ciudad más grande, para dar a conocer las habilidades que tiene bajo los tres palos. Sin embargo, sus padres no lo permitieron.
Al ir creciendo entendió que todavía era muy niño y que las puertas en otros lugares se le iban abrir, porque estando entrenando casi todo los días iba a dar sus frutos.
La oportunidad apareció cuando tenía 12 años, Montería fue la ciudad escogida por Juan Esteban, sus padres y su entrenador. Su deseo ya comenzaba a hacerse realidad.
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EN LA BANCA
Llegar a una nueva ciudad no fue fácil para esta promesa del fútbol ocañero, pues tuvo que vivir momentos duros, como no ser tenido en cuenta en el equipo de Montería.
Tuvo que estar en la banca por mucho tiempo y buscar por sus propias cuentas convocatorias departamentales para seguir su carrera como guardameta.
Decidió buscar por Facebook las convocatorias de la selección Córdoba, con el objetivo de presentarse y demostrarle a sus entrenadores que él estaba para grandes cosas.
Fue elegido en el equipo departamental, con el que fue titular en los diferentes campeonatos que participaba, como la copa Win Sports realizada en Bogotá.
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DE MONTERÍA A MEDELLÍN
Juan Esteban ya había estado en el radar de los entrenadores de la Fundación Juan Guillermo Cuadrado en Medellín, pero por temas de edad no había podido llegar.
Pero en los torneos que disputó con la selección Córdoba, el ocañero fue visto por los formadores paisas que lo llamaron para que hiciera parte en la sede principal en Medellín.
De un clima caluroso llegó a uno más templado, para seguir con ese sueño que lo acompaña desde muy pequeño y que diariamente lucha para hacerlo realidad.
Dicen que donde pisa el arquero no vuelve a crecer el césped y desde allí, rodeado de tres palos, Juan Esteban Castilla Pérez desea volverse un referente para el fútbol colombiano.
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