Con un parlante, unas maracas y dos micrófonos, Carlos y Carla recorren las zonas
céntricas y de comida de Ocaña para regalar melodías de música llanera.
Este género músical poco escuchado en esta parte de Colombia, es tradicional en el
país vecino de Venezuela, siendo las composiciones típicas de dicho territorio.
Carlos Jazpe Contreras llegó hace cuatro años a Ocaña, buscando una alternativa
para escapar de la crisis social, política y económica que vive su país de origen.
Ocaña fue la ciudad que lo acogió y donde encontró junto a su familia una
oportunidad para salir adelante. Y con música llanera han enriquecido las calles de
este municipio.
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EL REGALO DE MAMÁ
Carlos nació en el Estado Guárico, uno de los 23 estados que conforman Venezuela
y donde tuvo su primer contacto con la música, gracias a un regalo de su madre.
Tenía 10 años cuando su progenitora le regaló una guitarra, un detalle que lo marcó
toda la vida, pues desde ese momento comenzaría a recorrer los sonidos musicales.
Aprendió en primera medida melodías suaves de boleros y rancheras, con los
cuales iba afinando ese talento que en el futuro le serviría como una forma de
buscar el sustento a su familia.
Posteriormente aprendió a tocar las maracas, un instrumento que le abrió el camino
para conocer no solo la música llanera, sino también la rica cultura que lleva
consigo.
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DE LOS LLANOS A LAS MONTAÑAS
Hace cuatro años llegó Carlos a Ocaña, pues su madre que ya vivía por la tierra de
los hacaritamas lo invitó a que buscara suerte por estas montañas colombianas.
Dejó a su esposa y sus cuatro hijos en Venezuela, para encontrar en territorio
colombiano el sustento para sus pequeños, que también llevan su gusto por la
música que interpreta su padre.
El núcleo familiar de Carlos está compuesto por su esposa, dos niños y dos niñas,
que llegaron al tiempo en que su papá iba encontrando estabilidad en la ciudad de
Ocaña.
Primero buscó trabajo en la construcción, esperando como dice él “me dieran el
chance para trabajar”, y luego comenzó a recorrer las calles vendiendo dulces.
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SU COMPAÑERA MUSICAL
Carla Jazpe Rivero tiene 17 años y con un poco de pena pero con alegría comenta
que desde los 14 acompaña a su padre con su bella voz por los lugares más
transitados de Ocaña.
Ella se siente identificada como su padre por la música llanera y en especial por
aquellas canciones del cantautor venezolano Reynaldo Armas.
Esta joven venezolana que decidió salir a cantar con su padre, afirma que no le
gustan los géneros que escuchan los jóvenes de su edad, pues las letras no le
llaman la atención.
Ella escogió quedarse e interpretar los cantos llaneros de su padre, pues comenta
que no tienen un contenido tan vulgar que expresan algunas canciones del género
urbano.
Si te encuentras a Carlos y Carla por las calles de nuestra ciudad, no olvides apoyar
su talento y disfrutar como han hecho varios ocañeros de la música llanera que ellos
llevan en su corazón.