El día que los ocañeros iban a destruir la colonia sirio – libanesa

Un 12 de septiembre de 1938 sucedió un hecho en Ocaña que marcó la historia de la comunidad siria y libanesa radicada en la ciudad.

¡Abajo los turcos, abajo los turcos hijueputas que mataron a Néstor Barriga!, eran los gritos que se escuchaban ese lunes del año 1938 en Ocaña. 

La razón de estas expresiones llenas de rabia e indignación, era por una noticia que se había regado por la ciudad donde afirmaban que un sirio acababa de matar a un líder liberal. 

La persona fallecida era el señor Néstor Barriga, representante del liberalismo en Ocaña, que fue asesinado en su local ubicado en el corregimiento de La Ermita. 

La comunidad ocañera señaló al sirio Wadith Romano, un arabe que llegó a Ocaña junto a sus hermanos que primeramente se habían radicado cerca de Gamarra.

LEER: Plan de desarrollo de Ocaña: la brújula de un barco que no ha tenido timonel

EL PASEO

Wadith Romano salió de paseo ese 12 de septiembre de 1938 junto a otras tres personas, hacia el corregimiento de La Ermita, para pasar un rato agradable en el río algodonal.

Los acompañantes de Romano eran Miguel Esper, Luis Alfredo Romano y Antonio Numa, que también tenían el objetivo de practicar el deporte de tiro con arco.

Las personas que iban de paseo a La Ermita, solían almorzar en el motel del señor Nestor Barriga, que vivía junto a su esposa Marila Blanco. 

Ese día, Néstor estaba preparando un sancocho para venderlo a los visitantes que disfrutaban de las aguas del río algodonal, entre estos se encontraban sirios y libaneses.

UN DISPARO

Nestor Barriga terminó el sancocho y salió afuera de su local para dar el aviso que el almuerzo estaba listo. Cerca se encontraba el grupo de Wadith Romano. 

Cuando el señor Néstor estaba en la puerta de su negocio se escuchó un disparo y el líder liberal cayó fulminado y su muerte fue instantánea. 

Los ocañeros que presenciaron el hecho señalaron al sirio Wadith Romano como el asesino, pues era la única persona a la vista que cargaba un revólver. 

La muchedumbre enfurecida agarró a Wadith y sus amigos, que fueron trasladados hacia Ocaña y encarcelados hasta que se investigara la causa del asesinato.

TARDE OSCURA

Ese mismo día, en horas de la tarde, los ocañeros se reunieron con machetes, revólveres y azadones para destruir los comercios de la colonia árabe en la ciudad.

La calle 13, reconocida por tener varios negocios de sirios y libaneses, fue invadida por la ciudadanía que pedía justicia por la muerte del líder liberal. 

Se escuchaban gritos que decían: ¡Fuera los turcos que mataron a Nestor Barriga, Wadtih Romano asesino! 

Las autoridades comenzaron a investigar y soltaron a los amigos de Wadith Romano, que tuvo que estar bajo las rejas durantes seis, cuando se esclareció el asesinato.

ESPOSA ASESINA

Luego de seis meses, se estableció que quien mató al líder liberal Néstor Barriga fue su propia esposa, Marila Blanco, pues tenía un pretendiente y su cónyuge era un obstáculo. 

Dentro de la investigación, se supo que la bala que terminó con la vida del señor Nestor le entró por la nuca, indicando que la bala no venía de la calle, sino del local del fallecido.

La señora Marila Blanco no pudo pagar por el asesinato de su esposo, porque murió enferma y ciega en los meses que se llevó a cabo la investigación. 

Esta historia es narrada en el libro Libaneses y Sirios en Ocaña, donde se recuerda que por una mala información, la xenofobia de la comunidad salió a relucir para acabar con la colonia árabe.

LEER: ‘PMU por la vida’ será instalado por el Gobierno Petro en el Catatumbo

contenido relacionado