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El Gobierno nacional anunció hace pocos días un consenso histórico para el aumento del salario mínimo del país con el fin de llevarlo al umbral del millón de pesos ($1.000.000) mensualmente, esto es, un significativo incremento del 10.7%.
El salario es fijado con un carácter general para todo el país y tiene en cuenta las garantías para una calidad de vida digna para el trabajador y su familia. No obstante, el salario con el que un trabajador vive de forma digna en Ocaña o Norte de Santander no es igual al salario necesario para vivir en Bogotá o Barranquilla, por muchos factores, entre ellos, el coste de vida. El arriendo, el transporte y hasta la comida es más cara en grandes ciudades que en municipios intermedios como Ocaña.
«Solo el 31% de los habitantes de Ocaña se encontraba afiliado al régimen contributivo en salud».
De plano, podríamos entender que $1.000.000 en Ocaña rinde más que en otras regiones. Pero el salario mínimo es, también, un límite para el empleo formal, es decir, hay muchos que ganan menos, pero muchas empresas formales no les pueden pagar menos porque así lo exige el Estado con este tipo de decretos.
En realidad, la mayoría de ocañeros no cuenta con empleo formal, de hecho, según el Ministerio de Salud y Protección Social, en el año 2020, solo el 31% de los habitantes de Ocaña se encontraba afiliado al régimen contributivo en salud, suponiendo que un 69% al subsidiado y, por lo tanto, no cuentan con un empleo que los afilie o lo hagan de forma independiente. Eso también significa que la mayoría de ocañeros no se va a pensionar.
Por otro lado, el Ministerio de Trabajo reveló que, en 2020, el promedio de los ingresos laborales en Norte de Santander fue de $797.609, por lo tanto, la mayoría de las personas ganan en promedio menos al salario mínimo. En el vecino departamento de Santander fue de $1.010.832.
Así las cosas, el salario mínimo de un millón de pesos en Ocaña dificulta que empresas y, sobre todo, pequeños empresarios, que son la mayoría fuente de empleo del municipio, puedan pagar ese valor, haciendo que se desembolsen valores menores informalmente y no se afilie a los trabajadores al sistema de seguridad social. Recordemos, solo 1 de cada 3 ocañeros cotiza al sistema, reconociendo que es posible que la mayoría sean empleados públicos como profesores, trabajadores de la Alcaldía o de la Gobernación, entre otros.
Pero, por otra parte, también debe tenerse en cuenta que las multas de tránsito, los impuestos y diferentes trámites que se fijan en salarios mínimos son generales para todo el país, incluyendo Ocaña, lo que implica que también subirán un 10,7%.
Por eso, el aumento es una ilusión que muchos consideran positiva pero que realmente deriva en una realidad no esperada: mayor informalidad, menos cotizantes al sistema, menos pensionados y el aumento del coste de vida en un municipio donde la mayoría no gana un salario mínimo.
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