Nicol Andrea Pérez Rangel, es una ocañera de 12 años que representa con sus bailes las costumbres y tradiciones de la ciudad de Ocaña.
Con una gran sonrisa nos comenta que para ella bailar o tocar un instrumento es salir de su zona de confort, donde se siente liberada para ser feliz y mostrar su talento.
Actualmente es la reina nacional infantil del Sanjuanero huilense; pero también será la representante de Norte Santander en el reinado infantil del folclor colombiano 2022.
En los concursos que hasta ahora ha participado ha salido como reina. Su primer premio a la confianza y amor por este arte fue ser seleccionada niña Ocañerita en 2019.
“Cambiemos un arma por una pañoleta, por un sombrero, por una falda, por unas cotizas”, es el mensaje que siempre lleva Nicol a cada lugar donde va a danzar.
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DEL BALLET A LA DANZA
Nicol Andrea se interesó desde muy niña por el baile y su primer encuentro con esta expresión artística fue el ballet, que le gustaba pero sentía que no era lo de ella.
Comenzó a buscar aquel talento que llevaba en sus pies y llegó hasta Complejo Histórico de San Francisco, donde conoció las costumbres y tradiciones de su pueblo.
En este emblemático lugar de Ocaña percibió lo que era la danza folclórica y en específico esos bailes y canciones tradicionales de la villa de los hacaritamas.
Recuerda que su primer baile típico de Ocaña fue Navidad de mi pueblo, una canción emblemática de la ciudad creada por el maestro sancalixtense Flaminio Molina.
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LA REINA DEL FOLCLOR OCAÑERO
Para tener los premios que ahora representa, Nicol tuvo que entregar mucho de su tiempo y esfuerzo para llegar a ser una gran representante del folclor ocañero.
Cursa el grado noveno en la jornada de la mañana en el colegio José Eusebio Caro. Sus tardes de lunes a sábado están acompañadas de clases de baile y de música.
Esta niña de 12 años manifiesta que representar a Ocaña es algo difícil y bonito, porque hay que hacerlo con respeto y dedicación, pues desea llenar de orgullo al pueblo que la vio nacer.
Su familia ha sido un apoyo incondicional para lograr lo que hoy representa, desde niña vieron en ella una mujer talentosa y se propusieron en brindarle esa compañía que necesita para triunfar en esta disciplina.
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SUEÑOS DE NICOL
Hoy Nicol pasa sus tiempos libres practicando y mejorando en la danza, pero su deseo al terminar sus estudios de bachillerato es estudiar la carrera de psicología. Cree que la población necesita mucho de esta ciencia y en su corazón está el deseo de aportar al cambio social y no solo desde el arte.
Además, entre sus metas está seguir con esto que le apasiona y convertirse en una referente de la danza folklórica en el país, para llevar esta disciplina a los más necesitados.
Sueña con crear una academía de danza para todos esos niños que les gusta el arte, pero que son de bajos recursos y no cuentan con la posibilidad de practicarlo.
Nicol es un orgullo ocañero, una niña que demuestra que este municipio está lleno de talento y que como ella quieren aportar a cuidar esas tradiciones de nuestra cultura.