Eliberto Solís: el ‘Negro’ más querido en las calles de Ocaña

‘Café del color suyo, del color mío’ es la frase emblemática de ‘Palmira’ o el 'Negro', como también es conocido. Este hombre trabajador, recorre Ocaña vendiendo sus buñuelos con café.

Al señor Eliberto Solís seguramente lo has visto por las calles de Ocaña con su canasta de buñuelos y sus termos de café.

En los 80 llegó a la ciudad de Palmira, en el Valle del Cauca y más adelante, en medio de sus negocios se trasladó a la capital nortesantandereana. 

A la villa de los Caro llegó hace 14 años,  junto a  su cuñado, que para él era su jefe y padre, pues fue la persona que lo crió y con quien trabajaba. 

Este hombre se ha ganado el cariño y el respeto de los ocañeros, que han disfrutado del sabor de sus exquisitos buñuelos y su delicioso café.

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TIMBIQUÍ

Eliberto, es originario de un municipio del departamento del Cauca, llamado Timbiquí.

A una corta edad salió de este territorio, en busca de mejores oportunidades y fue así como llegó a la ciudad de Palmira en la década de 1980.

Timbiquí, Cauca.

Ese mismo año comenzó a trabajar con los buñuelos, junto a su hermana y su cuñado. Luego de un par de años, prestó servicio militar y finalmente regresó al trabajo que hoy en día ama. 

Uno de sus anhelos es poder visitar su pueblo natal, aunque han sido muchos años fuera de este, sus raíces y amor por Timbiquí siguen intactos.

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LO MÁS DIFÍCIL

Durante la pandemia, tuvo que gastar sus ahorros para sobrevivir, puesto que fueron dos meses sin poder trabajar.

Eliberto, no sintió temor en esa compleja temporada, ya que siempre contó con el apoyo y el respaldo de los ocañeros.

El ‘Negro’, como muchas personas le dicen, actualmente tiene algunas deudas; además sufre de ciertos dolores en sus brazos y piernas.

Y aunque esto no es motivo para estar contento, su carisma y positivismo lo llevan a ver siempre la vida con los mejores ojos. 

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ESTRATEGIAS DE TRABAJO

A lo largo de todos estos años de experiencia laboral, ha logrado aprender muchas cosas de su negocio, que lo han hecho mejorar y atender de la mejor manera a sus clientes.

Una joven cercana a él, le explicó la importancia de entregar lo vueltos en la mano, ya que es una muestra de educación y respeto, que genera confianza. 

Sin importar el sol o la lluvia, su labor no se detiene, porque entiende, que detenerse es dejar de vender un buñuelo más. 

‘Palmira’ a diario usa diferentes rutas de trabajo, pues sabe que al pasar todos los días por un mismo lugar, puede aburrir a sus compradores.

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SU EMBLEMÁTICA FRASE

‘Café del color suyo, del color mío’, es su frase característica y con la que los ocañeros lo reconocen en las calles. 

Esta se le ocurrió cuando Eliberto trabajaba en las oficinas y consultorios del hospital de Ocaña, vendiendo buñuelos y café.

Fue tan icónica esta frase, que el ‘Negro’ se hizo aún más conocido en este territorio.

Desde ese momento, se convirtió en su marca personal y hoy en día esa es su forma de vender el café. 

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AMOR POR LO QUE HACE

Su razón de ser es su trabajo y aunque para muchos puede ser desgastador, Eliberto disfruta de cada paso que da por las calles de Ocaña con su canasta y sus termos. 

A diario, desde las 3:00 a.m., se levanta con mucha dedicación y amor a preparar los buñuelos, moliendo el maíz y licuando el queso.

Luego, con sus característicos termos llenos de café, sale a las calles y comienza su labor diaria, deleitando el paladar de los ocañeros. 

Eliberto, disfruta y se siente complacido, al escuchar como lo llaman ‘Palmira’ o ‘Negro’ en la calles de Ocaña.

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