De latonero en Ocaña a extraditado como ‘eleno’

José Gabriel Alvarez Ortiz fue presentado como el primer cabecilla del Eln extraditado a Estados Unidos.

José Gabriel vive al norte de Ocaña, al frente de una institución que es conocida en la ciudad como ‘Las Monjas’. Su madre vende arepas típicas de la región en la puerta de su casa.

El supuesto cabecilla del Eln, como fue presentado por el expresidente Iván Duque, reside en una vivienda con un solo cuarto donde está su esposa e hijo de más de un año de edad.

José Gabriel con su abogado en el taller donde laboraba.

El patio es un taller y parqueadero, donde José desde hace 13 años es latonero, reconocido en esta parte del municipio por su carisma y buen trabajo. 

Un 16 de septiembre de 2020 fue arrestado por las autoridades. Comenzaría una odisea en su existencia, casi pierde la vida y era señalado por todos como un criminal.

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LA NOTICIA

José Gabriel estaba pintando un automotor, cuando hombres de civil armados llegaron hasta su lugar de trabajo y lo intimidaron frente a su hijo. 

Él solo pidió que se presentaran para poder atenderlos, las personas sacaron un carnet donde decía que eran miembros de las autoridades y que tenían una orden de captura. 

De ahí para adelante la vida de este ocañero cambió, su familia estaba atónita y no entendían el porqué su familiar era sacado de su casa de esa manera.

Tiempos después, Iván Duque, presidente en esa época, dio una información por Twitter donde afirmaba que este latonero era cabecilla del Eln y que iba a ser extraditado.

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HECHO DE CULPA

Una persona que llevaba el auto al taller de José, le pidió el favor que lo acompañara a la ciudad de Cúcuta a pintar un carro y posteriormente traerlo a Ocaña.

Él desde el principio no quería ir, pero el sujeto lo convenció y se trasladaron a la capital nortesantandereana. El latonero iba por el trabajo que lo contrataron. 

Sin embargo, lo que aquel hombre le comentó en Ocaña no se cumplió. A José Gabriel lo llevaron a un parqueadero donde otra persona le entregó un dinero a su compañero.

Este hecho le pareció muy raro, se sintió engañado por aquella persona que lo ilusionó con un trabajo y terminó haciendo un viaje donde perdió un día laboral.

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PRUEBA

Las autoridades venían tras el rastro de aquel cliente de José y este latonero tuvo la mala suerte de ser fotografiado por investigadores que lo metieron a la lista criminal.

Una foto fue la prueba reina para tildar al ocañero de cabecilla del Eln con el alias de ‘Alex’. Pero había una incoherencia en esta afirmación y su abogado la dio a conocer.

Captura de José Gabriel Álvarez Ortiz.

Según Miguel Prado, abogado de José Árevalo, los investigadores extranjeros estaban afirmando que su cliente era cabecilla de este grupo guerrillero desde el año 2000.

Pero para esa fecha este humilde trabajador tenía apenas cinco años, por lo cual se daba a entender que este hombre era otro falso positivo para demostrar resultados.

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ESTADOS UNIDOS

José nunca había salido de Colombia, hasta que en 2021 la justicia estadounidense lo pedía en extradición por exportar cocaína hasta este país norteamericano. 

Llegó a la cárcel Joe Corley, ubicada en Houston, Texas. Allí fue recibido de la peor manera, le dieron ropa usada, sufrió de xenofobia y estuvo a punto de morir.

Cárcel donde fue llevado el latonero ocañero.

Lejos de su familia José sufrió de apendicitis, al no ser tratada a tiempo en la cárcel de Estados Unidos pasó a sufrir peritonitis, siendo trasladado a una Unidad de Cuidados Intensivos.

Esta enfermedad afectó tres órganos, estuvo muy mal de salud y sin la posibilidad de ser trasladado a su país de origen.

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LIBRE

Toda esta pesadilla terminó en diciembre de 2022 cuando fue liberado y trasladado otra vez a Colombia, donde su familia lo esperaba con los brazos abiertos. 

Más de dos años estuvo preso de su libertad por tres delitos: narcoterrorismo, asociación delictiva y distribución de cocaína. Ninguno de estos fueron comprobados.

Al día de hoy José no tiene ninguna anotación con las autoridades colombianas, todo esto fue una tormenta que tuvo que pasar por aceptar un trabajo.

Ya se encuentra en su casa recuperándose, espera volver a la latonería y disfrutar de manera honrada el día a día que él escogió vivir.

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