Hijos del trueno: el talento rapero de Ocaña

El colectivo Hip Hop en Ocaña realizó un disco para recopilar las vivencias de los jóvenes de la ciudad, con el apoyo del Ministerio de Cultura.

Esos jóvenes que tal vez has visto en los parques de Ocaña rapeando, tenían el anhelo de estar en un estudio de grabación y convertir en canciones eso que plasmaron en papel.

Nestor Meneses Guevara, integrante del Colectivo Hip Hop en Ocaña, se ganó una beca de Jóvenes en Movimiento, un programa creado por el Ministerio de Cultura.

La idea de Nestor era realizar una convocatoria para reunir el talento rapero de la ciudad y crear un disco que retratara las vivencias barriales y rurales del municipio.

Nueve personas fueron escogidas para esta iniciativa, que iban por primera vez  a una cabina de grabación, donde se convirtieron en realidad los sueños de estos artistas.

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HIJOS DEL TRUENO 

“Este género musical ha calado en la juventud de nuestro municipio”, manifiesta Nestor Guevara, que vio en las calles de Ocaña el talento en bruto de varios muchachos.

Por ende, vio la posibilidad que estos artistas callejeros tuvieran la oportunidad de contar su realidad y así aportar al cambio social en una región golpeada por el conflicto.

El Catatumbo significa Casa del trueno y estos raperos son hijos de esta región, muchos de ellos de familias campesinas que salieron desplazadas por la violencia.

En los barrios bajos de la ciudad conocieron el rap, que fue su mejor amigo, puesto que les daba la posibilidad de transmitir todo eso que vivían diariamente.

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INTEGRANTES

En este disco participan nueve jóvenes, donde cada una de sus canciones toca temas de amor, desamor, injusticia, política, motivaciones y creencias.

“El rap es mi vida, porque con el Hip Hop se canalizan muchas cosas”, afirma Jesús Manuel Salgado, uno de los raperos que integran esta iniciativa musical. 

La convocatoria estuvo acompañada de conversatorios, donde se tocaron los temas que se viven diariamente en la región, con el objetivo de llevar todas esas ideas a una canción colectiva.

Este trabajo le dio la oportunidad a los raperos de la ciudad de mostrar y narrar las cosas negativas que se viven en sus barrios, con el fin de dejar un mensaje de paz y cambio en el valle de los hacaritamas.

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