‘Totoy’ creció en Juan XXIII, un barrio popular donde los zapatos colgados en los cables de luz es tan particular, como el de llamar a sus vecinos por medio de sobrenombres.
Es Administrador de Empresas y es de aquellas personas que cuando te sientas con él a hablar, debes presenciar como la gente lo saludan al pasar.
En redes sociales lo siguen por ser el ángel de los abuelos/as en Ocaña. Les lleva mercados, arregla sus casas, hace donaciones y él recibe el amor de estos personajes.
Breiner encontró en ayudar a los ancianos un sentido para vivir, luego de pasar por la depresión por causa de estar, desde muy joven, en los vicios del alcohol y las drogas.
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LA VOZ DE LOS ABUELOS
En su moto, con la compañía de su novia, ‘Totoy’ ha ido a los barrios más peligrosos de Ocaña, donde se ha encontrado con las diferentes problemáticas que viven los adultos mayores.
Para 2022 en Colombia había más de seis millones de personas mayores de 60 años. Muchos de ellos sin pensión y viviendo en condiciones precarias.
A estos hombres y mujeres es a quien ayuda desde hace dos años Breiner Quintero, que estando acostado se le vino a la mente la idea de comenzar a realizar labores sociales.
Desde entonces ha visto y llorado por la muerte de ancianos que se han vuelto su familia, puesto que los visita diariamente para saber cómo están y poder ayudarlos.
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DEPRESIÓN
Breiner Quintero Pacheco estuvo inmerso desde muy joven en el alcohol y las drogas. A sus 22 años decidió cambiar su forma de vida y dejar atrás esos vicios.
“Por la gracia de Dios ‘Totoy’ no volvió a beber”, afirma con una sonrisa, porque desde que salió del mundo de las parrandas, ha valorado más el tiempo en familia.
Pero además, como dice él, encontró un motivo para ser útil en la sociedad y es ayudando al prójimo. Se desprendió el dinero y comenzó a darle una mano a los más necesitados.
Ya no recorre las calles de la ciudad borracho, ahora lo hace con un mercado en sus hombros o llevando una cama para una pareja de abuelos que lo necesitan.
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SATISFACCIÓN
“Emocionalmente estoy muy fuerte”, comenta al hablar de esos casos que lo han hecho botar una lágrima al ver como sufren las personas de la tercera edad.
Siente mucha satisfacción cuando nota la alegría de esos abuelos al recibir algo de su parte. “Para mí es la mayor felicidad que puede tener un ser humano”, sostiene.
Una de sus anécdotas fue cuando visitó a una abuelita en el barrio la Santa Cruz. Al preguntarle qué estaba haciendo de comida, su respuesta fue que cocinaba una sopa.
Sin embargo, cuando ‘Totoy’ se acercó a la cocina percibió que aquello que había en la olla no era una sopa, sino un agua con pedazos de pan y hormigas que calentaba.
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OBJETIVOS
Varia gente se ha acercado a Breiner Quintero diciéndole que quieren hacer esa bonita labor que diariamente realiza. Su mensaje para ellos es que deben desprenderse del dinero.
La filosofía de vida de ‘Totoy’ es que a este mundo llegamos sin nada y nos iremos igual. Por eso, no tiene ningún problema en sacar de su plata para servir.
Él vive del día a día, espera de las bendiciones de Dios y no puede pasar por el lado de un anciano trabajador o habitante de calle, sin darle algo para que su existencia sea más fácil.
“Aquí voy a seguir en la lucha con ellos. A los abuelos les doy mi palabra que voy a persistir en este camino”, afirma la voz, el ángel y ayudador de los adultos mayores.
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