El 10 de marzo de 1997, el líder político y periodista ocañero, fue asesinado en la vereda Papamitos del Agua de la Virgen (Norte de Santander).
Libardo Alonso Sarmiento, tenía 40 años edad y se había desempeñado como líder político y un reconocido periodista en la región.
En marzo de 1995 ocupó por primera vez el cargo de secretario de Gobierno Municipal y además, fue director de noticias de la emisora Radio Sonar de Caracol.
Para 1997, Libardo ejercía por segunda vez el cargo como secretario de Gobierno y había anunciado su renuncia para el 31 de marzo de ese año, para lanzarse a la alcaldía de Ocaña.
Los ocañeros lo recuerdan por sus buenas acciones en pro a la comunidad y por ser un reconocido y frentero periodista como pocos han existido en Ocaña.
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ÉPOCA DE VIOLENCIA
Para la década de los 90, Ocaña y la provincia estaban pasando por un época de suma violencia, reflejada en diferentes y lamentables acontecimientos.
Cultivos de coca en la región del Catatumbo, asesinatos y tiroteos en diferentes partes de la ciudad como el mercado público, la vereda de Venadillo y la avenida Circunvalar, fueron algunos de estos sucesos.
Esta época de violencia, inició en 1986 con el asesinato del comerciante Eduardo O´Meara a manos del ELN.
Con esta muerte, comenzó una serie de crímenes en toda la provincia de Ocaña que sembró temor y zozobra en la comunidad.
LOS HECHOS
Cerca de las 02:30 de la tarde, Sarmiento se movilizaba en una moto junto con otro funcionario en la en la vereda Papamitos, mientras regresaban de realizar algunos trabajos con la comunidad.
Las versiones indican que el reconocido periodista y su acompañante, fueron interceptados por 3 hombres encapuchados, que luego de preguntarles sus nombres, dispararon repetidamente.
En medio de las investigaciones, algunos de sus amigos más cercanos, manifestaron que Sarmiento había sido víctima de amenazas en varias oportunidades.
Las investigaciones, indicaron que posiblemente este asesinato fue perpetrado por guerrilleros del Eln que operaban en esa zona. Su muerte, dejó un gran pesar en los ocañeros.
