La señora Nancy García Florez nunca se imaginó que tuviera que desocupar su casa e irse de Ocaña porque su vivienda comenzó a caerse a pedazos.
Hace dos años el suelo de su hogar cogió vida como si fuera la casa de la familia Madrigal en la película Encanto. Ella sentía, en cada paso que daba, que su piso estaba hueco.
Interpuso tutelas a la alcaldía, se reunió con la Oficina de Gestión de Riesgo y Desastre, pero nunca le dieron una solución, por lo que tuvo que trasladarse a Barranquilla.
Las casas afectadas y abandonadas han sido desmanteladas por los ladrones, que se han llevado puertas, ventanas, baños, lavamanos y hasta parte de los techos.
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HUELE A MIERDA
El hundimiento de tierra afectó completamente la casa de la señora Nancy, generando un hueco donde ahora los zancudos y las aguas negras se juntan.
Los habitantes del sector afirman que en las noches esa parte del barrio huele a mierda y que tienen que echar cloro para minimizar esos olores putrefactos.
Los zancudos ya tienen este lugar como cría, afectando la tranquilidad de los vecinos que han comprado veneno para minimizar la reproducción de estos insectos.
Si usted quiere pasar un día desagradable, con malos olores y picaduras de zancudos, puede llegar con sus familiares y amigos al barrio Las Mercedes.
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¿LA SOLUCIÓN?
Nancy interpuso una tutela a la alcaldía para que le dieran una pronta solución a la problemática. El juez falló a su favor y estableció esta afectación como calamidad pública.
Con este fallo, la alcaldía municipal tenía que buscar una pronta solución a este hecho e invertir recursos para minimizar las consecuencias que puede generar el hundimiento.
Nos comunicamos con el secretario de vías e infraestructura, Yorbi Franco Téllez, para conocer las soluciones que se está llevando a cabo, pero no respondió nuestras llamadas.
Gustavo Paba Navarro, coordinador de la oficina de Gestión de Riesgos y Desastres, manifestó que ya se hizo una consultoría para intervenir en el barrio.
CONSULTORÍA
Según Gustavo Paba Navarro, hace dos meses se viene realizando una consultoría para saber cuales son las obras de mitigación para darle solución a los habitantes.
El funcionario comentó que ya se hizo la inscripción de los damnificados ante la Unidad de Gestión de Riesgo y Desastres para darle una ayuda humanitaria y subsidio de arriendo.
Según el coordinador de Gestión de Riesgo y Desastres en Ocaña, se invirtieron entre 120 a 130 millones de pesos en esta consultoría.
Se espera una pronta solución de los entes públicos sobre estas viviendas y que no quede como una piscina de zancudos y malos olores abierta hasta para los ladrones.
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