El paisaje ocañero es adornado por unas preciosas flores de color naranja en forma de mariposas, que en ciertas épocas del año florecen en el árbol llamado: Barbatusco.
Este espécimen vegetal nace en zonas de clima frío, principalmente en las montañas; pero en Ocaña lo podemos encontrar como un árbol ornamental en sus calles.
Entre los meses de marzo y abril, el barbatusco florece, desprendiendo sus hojas y llenándose de muchas flores pequeñas de aspecto mitológico y de un color encendido.
Cuando este árbol prolifera se caracteriza por su intensidad, pues aún sin marchitar, sus flores caen al suelo, formando una especie de alfombra naranja a su alrededor.
La Barbatusca es un símbolo representativo de la ciudad, que ha estado generación tras generación desde la época indigena y que para los ocañeros es más que solo una decoración.
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IDIOSINCRASIA OCAÑERA
Esta flor del barbatusco, tiene varias peculiaridades que la convierten en una de las tantas características autóctonas y distintivas de los ocañeros a través de los años.
Al desprender ambos pétalos, el segundo puede soplarse por el extremo que queda entreabierto, produciendo así un suave sonido agudo y transformándose en un silbato vegetal.
Es por esto que desde la infancia esta pequeña flor es aclamada por los niños, que cuando pasan por una alfombra floreciente de barbatuscas, las recogen para jugar.
La barbatusca es insignia de los ocañeros y aunque no solo crece en esta zona, la realidad es que aquí su valor es significativo, siendo incluso inspiración de poemas y canciones.
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UNA TRADICIÓN GASTRONÓMICA
Cada vez que los árboles barbatuscos florecen, llega la época del ‘perico con barbatusca’ y otras recetas, delicias culinarias que han trascendido por años.
Estos platos tienen diferentes formas de preparación, siendo su ingrediente principal la flor del barbatusco y por supuesto acompañado de la deliciosa arepa de maíz ocañera.
Ya sea que esta flor se prepare sola, en ensaladas, con mantequilla, carne, pescado o huevos, es uno de los platos típicos más apetecidos por las familias ocañeras.
El periodista culinario Julián Estrada Ochoa, mencionó a comienzos del año 2020 que los huevos con barbatuscas era uno de los manjares de Colombia.
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‘EL AGUARDIENTE BARBATUSCA’
En el año 1964, cuando aún existía la ‘Empresa Licorera del Norte de Santander’, surgió la idea de fabricar en la provincia de Ocaña los productos de dicha licorería.
Fue así como para ese mismo año se dio a conocer el nuevo ‘Aguardiente Barbatusca’, nombrado así por esta flor tradicional de los ocañeros.
Su lanzamiento se realizó el 21 de noviembre de 1964 en Ocaña, en medio de una fiesta, degustaciones de la bebida y trayendo consigo un gran número de visitantes.
El nuevo producto fue muy bien acogido por quienes lo probaban y a pesar de ser muy agradable al gusto, con el tiempo lamentablemente desapareció del mercado.
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