El libertador Simón Bolívar visitó Ocaña por primera vez entre el 8 y 12 de enero de 1813.
Según el historiador ocañero Jesús Cassanova, Bolívar llega a Cartagena luego de ser derrotado en Puerto Cabello, Venezuela entre junio y julio de ese año.
Estando en la ciudad amurallada, el libertador se pone a disposición de las autoridades, que lo envían a limpiar el canal del dique de españoles.
Esta misión por el río Magdalena es exitosa para Bolívar, que luego de cumplir su tarea toma la decisión de seguir río arriba reclutando personas y batallando con presencia española.
Este accionar de Simón Bolívar es conocido como la campaña del Bajo Magdalena, que como dice el historiador Cassanova, es el nacimiento del Bolívar conquistador.
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LLEGA A OCAÑA
Simón Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Trespalacios llega a Gamarra, donde conoce la importancia de Ocaña como un punto de comunicación con el nororiente de la Nueva Granada.
Al saber esto, el libertador emprende su camino hacía la villa de los Hacaritamas, comunicándose con el congreso federal de Tunja para depender de dicha entidad.
En Ocaña dura un buen tiempo, donde arma un nuevo batallón llamado Libres de Ocaña, integrado por personas de Río de Oro, del Banco, Magdalena y Mompox, Bolívar.
Fueron casi 400 hombres que reclutó en la ciudad de Ocaña, con los que marcha posteriormente hacía los valles de Cúcuta durante la denominada Campaña Admirable.
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¿DEJÓ UN HIJO EN OCAÑA?
Según el historiador Jorge Meléndez en su libro El Hijo de Bolívar, el caudillo de la independencia colombiana dejó un hijo en su visita a Ocaña en enero de 1813.
Se trataría del sacerdote Secundino Jácome, hijo de la esclava Lucía León, conocida como La Negra, que atendió a Bolívar en una cabaña ubicada en la vereda Venadillo.
Meléndez basa su libro en la partida de bautismo de Secundino, la cual fue reconstruida a partir de un libro perdido por el párroco Alejo María Buceta, que hospedó a Bolívar.
Lucía León juró ante un cura que el libertador abusó sexualmente de ella en su estancia en Ocaña y que resultado de esas violaciones nació su hijo Secundino.
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SIEMPRE RECORDÓ A OCAÑA
Días antes de morir Simón Bolívar en la hacienda Quinta de San Pedro Alejandrino en Santa Marta, expresó por medio de unas cartas que anhelaba visitar a Ocaña.
La razón de este deseo lo dejó en las misivas enviadas en 1830 a Briseño Méndez y a Urdaneta, donde expresaba lo siguiente: ‘Solo un clima como el de Ocaña, puede servirme de alivio’.
Los males de Bolívar, fueron la razón de este trasladarse desde la fría Santa Fe para buscar climas más templados. Ocaña era el lugar indicado para él.
Todos estos relatos que dejó este personaje antes de morir, se pueden encontrar en el libro El solar de la cocota, escrito por el historiador ocañero Jorge Meléndez Sánchez.