Francy Rincón Arcniégas tenía 25 años, cuando guerrilleros del M19 invadieron el Palacio de Justicia, donde llevaba un año laborando en el Consejo de Estado.
Con ayuda de un familiar, esta mujer que había estudiado Economía, llegó a las instalaciones de esta sede y símbolo del Poder Judicial en Colombia.
Lo que nunca imaginó la oriunda del municipio de Convención, es que iba a vivir en carne propia uno de los hechos terroristas más importantes en la historia de nuestro país.
Wichos Informa habló con ella, para conocer a detalle esta experiencia que dividió en dos su vida y que le dejó enseñanzas que 37 años después sigue recordando.
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AMENAZAS
Francy recuerda que la toma del Palacio de Justicia tiene en su historia, un cúmulo de amenazas que recibieron meses antes las personas que laboraban en este lugar.
Sin embargo, nunca pensaron que dichas advertencias eran reales, porque el miércoles, seis de noviembre de 1985, unos guerrilleros incursionaron en las instalaciones.
Lo primero que escuchó esta mujer fueron unos disparos, que provenían de los parqueaderos, donde el celador tuvo un cruce de balas con los insurgentes.
Ella comenta que en lo único que pensó fue en escapar, porque lo que venía eran 28 horas de terror, incendios, heridos y muertes, que marcarían su corta existencia.
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CINCO HORAS
Francy se dirigió a una de las salidas del Palacio de Justicia, con el objetivo de salir, pero se topó con un abogado que le insistió que se devolviera porque venían unos guerrilleros.
Entonces, se trasladó a unas de las oficinas donde laboraba y se escondió con varios de sus compañeros debajo de las mesas, durando cinco horas aproximadamente.
Con ella se encontraba una mujer embarazada y otras personas que las invitó a orar y pedir misericordia a Dios y a la virgen de Torcoroma, patrona de los ocañeros.
La convencionista le regaló a su compañera, que llevaba su bebé en el vientre, una lámina de la virgen de Torcoroma, que ella traía consigo a todos lados, como buena hija de esta región.
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RESCATE
Rincón Arciniégas tuvo la posibilidad de estar en el primer grupo de personas rescatadas en la toma del Palacio de Justicia, por los Grupos Operativos Especiales de Seguridad -GOES-.
Los GOES ingresaron por el techo de la sala donde estaba ubicada, ellos pensaron que las personas que veían entrar por arriba eran integrantes del M-19.
Los hombres de la Fuerza Pública se identificaron y les comentaron que iban a ser rescatadas, pero antes de salir tuvieron que pasar por un cruce de disparos.
Al ir saliendo del Palacio, Francy y sus compañeros comenzaron a ver los primeros heridos y muertos que iba este atroz atentado del cual tuvo la suerte de sobrevivir.
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INTERROGATORIO
Luego de ser rescatada, fue dirigida con las otras personas al Museo de la Independencia, conocida como la casa del Florero, donde fueron interrogados.
Las autoridades comenzaron a hacerle varias entrevistas bastantes fuertes, con el fin de saber si había entre los trabajadores algún infiltrado del M-19.
Francy duró allí hasta a las 11:00 p.m y posteriormente la dejaron que se fuera para su casa, por lo cual tuvo que caminar como 20 cuadras para tomar un taxi y llegar a su residencia.
Por medio de la carretera, buscando un transporte público, esta mujer siguió siendo interrogada por los policías y militares que se iba encontrando, que le preguntaban quién era.
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SANA Y SALVA
Al llegar a su vivienda, la esperaban su esposa y sus hermanos, que ya habían perdido la esperanza que su pariente llegara con vida al seno de su familia.
Francy agradece a Dios por la segunda oportunidad que le dio y esa noche no pudo dormir pensando y hablando de lo que acababa de pasar, un suceso como de película.
La toma del Palacio de Justicia dejó en ella varias secuelas, que el tiempo y la ayuda médica ayudaron a superar, pero que no olvida todo lo que tuvo que sufrir.
Al día de hoy, recuerda cada instante de ese hito, que le ayudó a valorar más a las personas que tenía cerca y a la maravillosa oportunidad de estar viva para contarlo.
