Juan Carlos Pertuz Pérez asesinó a Sandra porque según las autoridades los celos fueron los que impulsaron para que se cometiera este hecho de sangre.
Sin embargo, un juez le imputó a Pertuz Pérez los cargos de homicidio agravado y tentativa de homicidio agravado, dictándole medida de aseguramiento en la Penitenciaría de Cúcuta.
Según le dijo una fuente judicial a La Opinión, para que un homicidio sea considerado feminicidio tendría que tener ciertas condiciones y el caso de Sandra no lo cumplía.
La fuente le manifestó a La Opinión que entre las condiciones para ser feminicidio es que la víctima haya sufrido en el pasado violencia verbal o física de su pareja.
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TESTIMONIOS
En los testimonios que recopilaron las autoridades, entre los que se encuentran familiares, amigos y vecinos, evidenciaron que Sandra no fue maltratada por su esposo.
Los testigos de esta relación sentimental le manifestaron a la Fiscalía que la pareja nunca había tenido una pelea física y que el asesino era una persona calmada y respetuosa.
“La gente estaba muy sorprendida porque no pensaron que Juan Carlos fuera a actuar de esa forma, se dice que en ese momento estalló de furia y celos”, comentó la fuente judicial.
Sandra deja a una niña de cinco años y un bebé de dos meses, que ahora deberán crecer sin el acompañamiento de sus padres.
¿POR QUÉ LA MATÓ?
Una fuente judicial comentó que Luis Emel Arévalo, exnovio de Sandra, se encontró con Juan Carlos y su esposa cuando se dirigían a su casa luego de estar en una fiesta.
Cuando Juan Carlos vio a Luis Emel sintió mucha rabia, puesto que él había visto una llamada pérdida de este hombre en el celular de su esposa, por lo cual lo apuñaló.
Luis Emel le dijo a las autoridades que él había llamado a Sandra para saber cómo le iba entregar la cuota alimentaria de la hija que en su momento ellos tuvieron.
Luego de este suceso, Sandra y Juan Carlos siguieron hasta su casa discutiendo, donde el hombre sacó nuevamente el arma blanca y apuñaló a su pareja, matándola.
LA GUERRILLA
Juan Carlos Pertuz Pérez se escapó luego de cometer este crimen y llegó hasta el municipio de El Tarra con el objetivo de esconderse de las autoridades.
Sin embargo, el asesino no se imaginó que la noticia se iba a regar por toda la región del Catatumbo y los grupos guerrilleros supieron de su paradero.
Conocieron que se estaba escondiendo en el municipio de El Tarra, por lo cual le dieron el aviso que se entregara porque de lo contrario lo iban a matar.
El homicida se entregó a las autoridades en el municipio de Hacarí, según el reporte que recibieron las autoridades departamentales.
