La muerte y desolación son producto del conflicto armado en el biodiverso Catatumbo, en donde surge desde sus tierras la cultura de representar historias de vida por medio del teatro.
Como estrategia para restituir el tejido social, el grupo La Mueca de la universidad Francisco de Paula Santander, seccional Ocaña – Ufpso- presenta la obra ‘Silbando Marías’.
Los estudiantes llevan al escenario aquellos testimonios desgarradores, de las personas que viven la confrontación de una guerra que no cesa y sangrienta a su pueblo.
Esta obra es una pieza triste escrita por el dramaturgo ocañero Juan Carlos Manzano Carrascal, quien crea conciencia por medio del arte, de la amarga realidad del Catatumbo.
LEER: ‘Chunga’ Ruedas, el artesano con manos de oro
‘SILBANDO MARÍAS’
Esta obra que lleva por nombre ‘Silbando Marías’, siendo la connotación del sonido de las balas de los enfrentamientos en el Catatumbo, lleva como protagonista la historia de la señora María.
Según el relato contado por el escritor, se habla de los sonidos de la guerra en el territorio, en donde María encontraba esa afinidad al expresar que las balas silbaban.
En una vivencia entre enfrentamientos de grupos al margen de la ley, María fue desplazada de su campo a enfrentar la selva, recorriéndola con sus botas campesinas por ocho días.
En brazos llevaba a su nieta, quien muere en el transcurrir de la odisea, en donde es enterrada en la hojarasca del jardín de una casa abandonada, para finalmente llegar a Ocaña.
LEER: ‘La vida es arte’ : Bexy Mendoza
UNA OBRA PERENNE
La obra es el paso que lleva a revivir y resentir cada experiencia en una escena, que golpea fuerte, cruel e inesperadamente la vida del catatumbero.
La poetisa y productora de la obra Bexy Mendoza Cuadros, reconstruyó la pieza y creó varios personajes alrededor de la misma, en donde cada libreto fue desarrollado por sus alumnos.
Una de las historias impactantes basada en hechos reales, fue la del señor que ‘pirateaba’ en la zona del Catatumbo, quien por haber contado un chiste fue asesinado; interpretada por Freiman Ascanio.
Cada historia tuvo un matiz de sutileza y agudeza, que, gracias a la producción lumínica y sonora por William Lemus, tuvo mayor impacto y un maravilloso resultado.
LEER: El ocañero Noé León: máximo representante del arte primitivista en Colombia