Por medio de un desminado militar, el Ejército Nacional protege la vida de aproximadamente 350 habitantes de esta región.
El operativo busca restablecer la seguridad y estabilidad en la zona, ubicando minas antipersonas con ayuda de la comunidad.
La Trigésima Brigada adelanta diferentes protocolos militares para destruir de manera controlada estos artefactos que atentan contra la vida de las personas.
De esta forma se asegura la vida y el desplazamiento por las veredas de los habitantes y de más de 60 estudiantes que recorren esos caminos para llegar a sus escuelas.
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UN ÁRBOL POR CADA MINA
Los militares en un trabajo en conjunto con los pobladores de este sector, adelantan una campaña en donde siembran un árbol por cada artefacto destruido.
De esta forma, los habitantes de las veredas pueden desplazarse de forma segura para realizar sus actividades en el territorio.
Este trabajo evita que las personas inocentes caigan en estas trampas mortales que fueron instaladas por grupos al margen de la ley.
Con este tipo de estrategias, los soldados del Ejército Nacional buscan adelantar diferentes acciones para proteger a las comunidades y tropas de Norte de Santander.
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