Como todos ustedes saben, el alcalde de Ocaña Samir Casadiegos, anda desde hace varios meses peleando con la ESO. Samir quiere concesionar el agua y alcantarillado en Ocaña antes de irse, por esa razón ha hecho tanta alharaca con las juntas de mesa directiva con la supuesta defensa del 33% de las acciones de la empresa mixta que le pertenece al municipio.
Pues como les parece que por el alcalde andar peleando en vez de gobernar, Ocaña está a punto de perder 13 mil millones de pesos prometidos por el Presidente Duque para Ocaña, como regalo en sus 450 años de historia para construir los cruces especiales que descontaminarían los ríos Tejo y Chiquito, y así la Ocaña del parque de los seguros para abajo dejaría de oler a Mierda.
¿DE QUÉ TRATA EL PROYECTO?
Ocaña en casi 30 años ha invertido en el Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado, las tuberías paralelas a los ríos ya están listos pero faltan los cruces en los sectores de Cocodisk, en el colegio la Industrial y la Defensa Civil. Estos cruces le permiten poner en marcha todo el sistema de alcantarillado sanitario de la Avenida y conectarlo en Los seguros y en el Primero de Mayo, donde llegan el alcantarillado desde las Llanadas.
La aprobación de los recursos por parte del Ministerio de vivienda para poner en marcha este Plan de manejo de saneamientos y vertimientos amerita de cumplir con unos requerimientos bien estrictos que ya la secretaría de Vías e infraestructura completó. Pero el mismo ministerio dice que este proyecto que pasó de 8 mil a 13 mil millones de pesos, debe ser trabajado entre la alcaldía y la ESPO.
Ya se han hecho las mesas de trabajo pero no se ha logrado llegar a unos acuerdos. Y es que la ESPO como empresa de acueducto y alcantarillado de Ocaña debe revisar, corregir y enviar el proyecto a corponor para su aprobación y así presidencia apruebe los 13 mil millones de pesos. El gerente Jesús Alfredo Contreras no ha querido firmar el documento producto de la pelea con el alcalde y Ocaña está a punto de durar quién sabe cuanto tiempo más oliendo a lo que ya sabemos.
LEER: Ocaña, la disputa política por un hospital en plena pandemia
