Relatos de familiares de las víctimas de la masacre

www.wichosinforma.com conversó con dos familias de las víctimas que perdieron la vida en la masacre perpetrada el pasado sábado en Oropoma, Ábrego.

‘Todos eran campesinos, trabajadores de la región’. Con esta frase, familiares de José Luis Vega Plata y Robinson Garay Barbosa iniciaron la entrevista que wichosinforma.com les hizo en exclusiva.

La noche del 6 de marzo se convirtió en el peor día para cinco familias oriundas de las veredas La Labranza, San Isidro y el corregimiento de Capitanlargo.

Billar donde ocurrió la masacre la noche de este sábado 6 de marzo.

Esta que se convirtió en la masacre número 16 en lo que va corrido del año en Colombia, ocurrió en la vía entre Ocaña y Abrego, específicamente en un billar de la vereda Oropoma.

Según el relato de los familiares de las víctimas, este hecho debe investigarse y dar con los responsables. Cinco familias quedaron desamparadas al morir quien las sustentaba.

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JOSÉ LUÍS VEGA PLATA

José Luís había terminado su jornal,  después de recoger las bestias y echarle comida a unos pollos, le avisó a uno de sus hermanos que se iba a tanquear la moto para ir a recoger a su esposa.

Elizabeth, mujer de Vega Plata y administradora del billar ‘Los Bienvenidos’ acostumbraba a cerrar temprano. Ese día, sin explicación, el horario de cierre se extendió un poco más.

José Luis Vega Plata.

José Luis, al llegar los encapuchados protegió a su esposa y le pidió que se escondiera en la parte de atras. De rodillas les suplicó a los asesinos que le permitiera criar a sus hijas de siete y nueve años.

Sin compasión alguna, uno de los encapuchados silenció la súplica de Vega. Fue la primera víctima de los cinco campesinos a quienes las balas le arrebataron los sueños.

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UNA CASA PARA SU HIJAS

Según relatan los familiares de José Luis Vega Plata, este joven de 31 años de edad trabajaba en el oficio de la ganadería y la agricultura.

Tenía un sueño ya fijado en su mente: construirle una casa a sus dos hijas, su razón de vivir. En la vereda San Isidro, todavía no salen del asombro de lo que sucedió.

Vega Plata era un agricultor de la vereda La Labranza.

Acostumbraba a ayudarle a su esposa los fines de semana en el billar donde ella laboraba. Ese día, pasadas las 7 de la noche y antes de ir a recogerla, su madre le había preparado la comida.

Desde que ocurrió la masacre, Elizabeth, su esposa, se encuentra en ‘shock’. Los vestigios del hecho han quedado impregnados en las mentes de los sobrevivientes y  familiares.

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‘ACÁ SE MUEREN TODOS’

Un testigo del hecho, nos narró que pasadas las 9 de la noche, llegaron seis hombres en motocicleta, todos vestidos de negro y encapuchados y fuertemente armados. Dos quedaron afuera y cuatro entraron.

Sus palabras fueron: ‘Al piso, que todos los que están aquí se van a morir’. Luego de hacer un disparo, uno de los campesinos, que tenía en su mano un tejo, le dijo a uno de los asesinos: ‘calmate’.

De ahí en adelante, todo fue oscuro. Las balas iban por doquier, algunos de los jóvenes salieron a correr para esconderse de los disparos. El saldo fue: cinco muertos y cinco heridos.

Al lugar, minutos antes había llegado a tomarse unas cervezas, Robinsón Garay Barbosa, a quien las balas lo tomaron por sorpresa momentos después de salir del baño.

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TRABAJADOR CONSTANTE

La familia de Robinson Garay Barbosa todavía esperan que llegue a su casa en La Labranza, donde tenía un cultivo de pimentón.

Precisamente ese día, Robinson había ido a Capitanlargo a pagarle a los obreros. La cosecha esta vez le había salido buena y quería comprarse un carro.

Robinson Garay Barbosa de 37 años.

De vuelta, entró al billar ‘Los Bienvenidos’ para tomarse unas cervezas, era una costumbre del fin de semana de todos los labriegos de la zona.

De Robinson, su madre Miriam Ester Barbosa dice que era un trabajador constante, labraba la tierra de domingo a domingo. Para ver a su hijo, tenía que ir a buscarlo al corte en la finca.

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HOMBRE DE HOGAR

Hace 16 años, Robinson vivía en unión libre con Yuleima Ortíz, fruto de su amor nacieron tres hijos: 14, 13 y cuatro años. Garay además tenía otra hija, los cuatro eran la razón de su existencia.

Era un joven de pocas palabras, era muy trabajador y no tenía deudas pendientes con nadie. Su madre comenta que casi ni salía del campo, muy pocas veces iba a Ocaña.

Garay Barbosa era cultivador de tomate y pimentón.

Uno de sus hermanos, conoció de la noticia cuando llegaba al municipio de Ábrego. De inmediato se devolvió a Oropoma con la esperanza de encontrar a su hermano vivo, pero no fue así.

Para esta familia, las declaraciones del ministro de defensa Diego Molano Aponte de que en el lugar habían ‘Pelusos’ es una ofensa, todos los fallecidos eran campesinos de la zona, conocidos por todos.

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CONTEXTO

Las personas fallecidas en esta masacre fueron identificadas como: Heiner Ortíz Ballesteros, Winston Prada, José Luis Vega, Jesús Vega y Robinson Garay Barbosa.

Además, dejaron heridos a cinco hombres más, quienes presentan lesiones de bala en el tórax, abdomen, cráneo, hombro, extremidades superiores e inferiores.

Las mujeres que se encontraban en el billar le respetaron la vida. Luego de cometer la masacre, los asesinos huyeron del establecimiento haciendo disparos al aire.  

Así mismo, se conoció que los cuerpos de los fallecidos no fueron entregados a los familiares en Ocaña, puesto que los cadáveres se encuentran en la ciudad de Cúcuta.

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AYUDA PARA LAS FAMILIAS

La comunidad de Ábrego se une para colaborarle a las víctimas de esta masacre, ya que se conoció que las familias son de escasos recursos y no tienen cómo cubrir los gastos fúnebres. 

Muchas de las personas asesinadas y heridas en este hecho de sangre fueron y son cabeza de hogar, lo que significa que estas familias quedaron a la merced luego de lo ocurrido. 

Por eso, los habitantes de esta región se solidarizan y piden amablemente la colaboración de aquellas personas de buen corazón que quieran dar un aporte.

Los que desean ayudar a esta familias en pro de su bienestar, se pueden comunicar al número 3123629588. 

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