Según el Centro Nacional de Memoria Histórica -Cnmh-, entre 2017 y 2019, Norte de Santander registró 317 víctimas por minas antipersonas.
En el municipio de Hacarí, en Norte de Santander, fue hallada y destruida por el Ejército Nacional, un área minada que había sido instalada por el ejército de liberación nacional -eln-.
Los cinco artefactos explosivos fueron instalados en esta zona, con el fin de atentar contra la integridad de los soldados que laboran en la erradicación de cultivos ilícitos en el Catatumbo.
Según, el equipo de Explosivos y Demoliciones -Exde- realizaba el proceso de intervención en el campo, para que los soldados iniciaran con sus labores de erradicación.
Los artefactos se encontraban en la vereda Islitas; las minas contenían una carga de 2,5 kilogramos de explosivos; trampa y amenaza que inmediatamente el Ejército controló exitosamente.
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CATATUMBO MINADO
Lastimosamente las autoridades llevan decadas de lucha contra el terrorismo y crimen por parte de este grupo al margen de la ley, quienes arremeten contra la integridad de los pobladores.
Es necesario recalcar que el Catatumbo registra el aumento del 24% de siembra y producción de cultivos ilícitos, ocupando el segundo lugar a nivel nacional.
Los campesinos de los 11 municipios que conforman esta convulsionada región, temen ante el incremento de las erradicaciones de cultivos ilícitos en sus territorios.
Por disputa y control de territorio, la tierra fértil y encantadora, se está llenando de minas y pocas soluciones realmente eficaces para el fin del conflicto.